El uso de cámaras corporales empieza a ser prueba inculpatoria en España, como lo demuestra lo ocurrido recientemente en la Comunidad de Madrid, donde un juez, que iba a juzgar a dos individuos por delitos leves, se inhibe y pasa el caso a lo penal, tras ver la grabación de una de las cámaras policiales de los policías locales participantes en la actuación que dio origen a la causa.
Los hechos
El pasado 30 de Enero, la Policía Local de Rivas Vaciamadrid se presentó, a requerimiento de los vecinos, donde un grupo de personas estaban reunidas; sin mascarilla y fumando sustancias estupefacientes. Los agentes pidieron a los individuos que formaban este grupo, que se pusieran la mascarilla y mantuvieran la distancia de seguridad. A lo que dos de ellos se negaron, en consecuencia los policías les requirieron identificarse, a lo que también se negaron, por lo que les pidieron que les acompañaran a dependencias policiales.
Los dos varones, de 20 y 25 años, se negaron en todo momento a seguir las instrucciones de los agentes. Por lo que fueron detenidos, acción a la que pusieron resistencia (pasiva y activa), llegando a emplear la violencia contra los agentes en algunos momentos.
Un vídeo casero de la detención, empezó a circular por los teléfonos de los vecinos. En él se aprecia a uno de los dos individuos detenidos pierde el conocimiento (después se demostró que estaba fingiendo), lo cual provoca en algunos vecinos, críticas a la actuación policial.
Las grabaciones de los policías y algunos testigos cambian las tornas.
Las primeras horas tras la intervención, fueron una lluvia de reproches en redes sociales a la actuación de los cuatro policías locales actuantes. El vídeo citado, de un minuto aproximadamente, que circulaba por las plataformas de mensajería, daba a entender a ojos inexpertos, que los policías se habían empleado con exceso.
Pero todo empezó a dar un giro a los acontecimientos, cuando varios testigos, se presentaron en el cuartel de la Guardia Civil de Rivas Vaciamadrid, a prestar declaración contra los dos individuos detenidos, que estaban a la espera del juicio rápido en ese momento, y otros dos integrantes del grupo por agresión a los agentes.
Pero lo más importante en esta historia; es que los policías locales actuantes contaban en su pecho con cámaras corporales. Y la grabación de una de ellas, fue visionada por la Guardia Civil, que junto a las declaraciones recogidas a los testigos, le permitió identificar y detener a los otros dos individuos, por agresión durante el arresto.
De juicio rápido a Juzgado de lo Penal.
Esta grabación, recogida por la cámara corporal de uno de los policías, se incluyó en las diligencias. Lo que permitió que la visionara el juez encargado de juzgar el caso, que se había tramitado para juicio rápido. Su señoría, tras comprobar la veracidad de los hechos relatados por los policías, gracias a contemplarlo en la grabación, se desinhibe y traslada el caso al Juzgado de lo Penal. Al considerar que deben procesarse por tres delitos: atentado contra la autoridad, resistencia grave a la autoridad y desobediencia.
Los cuatro individuos, que se encuentran en libertad aunque a la espera de juicio, cuentan con antecedentes penales, por lo que las penas a las que se exponen serán mayores, que las que habrían tenido de haber sido juzgados mediante la modalidad de juicio rápido.
La grabación de las cámaras corporales de la policía prueban la verdad.
Esta noticia representa otra prueba del beneficio que supone, para la seguridad de todos, que los policías en este país lleven como dotación oficial cámaras policiales.
Una actuación comprometida en la que cuatro policías fueron puestos en duda, a pesar de ser agredidos, que iba a dejar en delitos leves lo que realmente eran delitos graves. Acaba con un resultado inesperado, gracias a que las cámaras corporales individuales hicieron de testigo objetivo.
El uso de esta tecnología supone un plus garantista en las actuaciones policiales que nadie puede negar. Está comprobado que su uso reduce un 90% las quejas de los ciudadanos hacia policía, y disminuye el número de actuaciones que se resuelven con violencia. Los individuos reincidentes aprenden rápido que su palabra está por debajo de la verdad registrada por una cámara corporal policial.
Las cámaras corporales más avanzadas son las Axon Body, permiten grabar toda la intervención, están conectadas al Taser del policía para auditar su uso. Además utilizan la tecnología más avanzada, llamada Evidence.com, con la que sus grabaciones sigen todas las garantías procesales.
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Fuente: Rivasactual y Telemadrid.
