Manejo y control de multitudes, hablemos de Orden Público

El trabajo policial con multitudes es una de las funciones que requieren mayor entrenamiento y equipamiento policial antidisturbios, para alcanzar el mayor grado de coordinación, eficacia y seguridad.

En el artículo de hoy vamos a tratar sobre lo que se conoce como técnicas y equipamiento de Orden Público. Que no es más que el trabajo de seguridad con multitudes, aglomeraciones o cualquier otro tipo de circunstancias que perturben la normalidad social.

Para conocer la importancia de este trabajo, debemos ser conscientes de que el normal funcionamiento de un país se desarrolla sobre la base del orden social. Es así como pueden funcionar todos los servicios públicos y los ciudadanos, organizaciones y empresas tener un desarrollo y actividad normal y en paz.

Mantenimiento y restablecimiento del Orden Público

Cuatro pilares sostienen el desempeño correcto en esta modalidad de trabajo policial. Se tratan de planificación, organización, dirección y ejecución. Que deben estar presente en las tres etapas necesarias de todo dispositivo de Orden Público: antes, durante y después.

 

Planificación y Organización de un dispositivo de Orden Público

Los dispositivos de mantenimiento y control de multitudes deben comenzar con el estudio de la zona y el tipo de multitud sobre la que se va a trabajar. Analizados ambos aspectos, se asignan los recursos óptimos y disponibles que se desplegarán, para después decidir las rutas de desplazamiento, puntos de despliegue a pie y zonas de contención.

Es importante hacer un reconocimiento previo de la zona donde se vaya a realizar el operativo. Que aunque esta sea ya conocida, el mobiliario urbano se ha podido cambiar, puede encontrarse una obra pública o privada de reciente inicio y otros factores que alteren los planes y ejecución del despliegue. En este reconocimiento se detectarán los posibles cuellos de botella, obstáculos y vías de evacuación.

También es recomendable incluir en la planificación a todos los actores ajenos a la policía, pero que también actuarán (o pueden hacerlo) en el evento. Sobre todo emergencias sanitarias, protección civil y bomberos. Que aunque si participen en la planificación de grandes eventos, no ocurre igual en otros de menor magnitud.

La logística debe, igualmente, ser tenida en cuenta. Especialmente en actuaciones donde se dispongan de medios de proyección consumibles. Como por ejemplo los sprays de pimienta, pelotas de goma o bolas de OC. También se recomienda ir con reservas de medios de protección para sustituir su posibles pérdidas o degradación de los mismos.

Todos los policías que participan en el dispositivo deben conocer la estrategia que se seguirá en el mismo. Para que conozcan sus puntos de reunión, cuellos de botella, localización de barreras físicas, tipo de multitud y demás información importante para su desempeño y seguridad.

 

Dirección y ejecución de un dispositivo de orden público

 

Imprescindible en las tres etapas del operativo. Debe organizarlo, ejecutarlo y finalizarlo. Tomando las decisiones más convenientes para evitar brotes violentos, garantizar la seguridad de todos y solucionar las situaciones que surjan durante el dispositivo.

La dirección responsable de garantizar el orden público en cualquier aglomeración de personas, debe aprovechar las comunicaciones y confiar en el trabajo de sus mandos intermedios. Ya que estos últimos deben ser los que ejecuten sus órdenes en concordancia con la situación en su sector de responsabilidad y el estado de su equipo.

La coordinación en esta función es fundamental. Y se consigue con una buena disciplina, distribución de órdenes y conocimiento actualizado del desarrollo del evento. Lo que salga de ella debe llegar a los actuantes de manera clara y concisa. Y a su vez, estos deben transmitir información relevante de igual manera. La cadena de mando también debe estar bien estructurada para facilitar la dirección.

La comunicación con los organizadores y/o cabecillas de la aglomeración estará a cargo de esta dirección. Como responsable de la seguridad de todos, será la que medie y supervise el desarrollo pacífico de la multitud reunida.

Al conocer de la legalidad del evento y estar en contacto con otras autoridades, determinará en todo momento la estrategia que ha de seguirse dependiendo de la necesidad del momento y la proporcionalidad del nivel del uso de la fuerza policial.

Tacticas de orden público y antidsturbios

Tácticas de Orden Público

Técnicas de manejo de multitudes en Orden Público

 

Las bases para actuar en este tipo de operaciones se logra con el entrenamiento. Es con él como se consigue la integración del grupo en las técnicas específicas para el control de multitudes.

Teniendo en cuenta esto, los desplazamiento al lugar de actuación se realizarán en vehículos con capacidad para un equipo operativo, que es la agrupación mínima bajo mando: un oficial, normalmente en el caso de la UIP de Policía Naciona, por ejemplo. Una vez fuera de este furgón, la unidad de estos equipos nunca se romperá por separaciones accidentales y sus movimientos se realizaran en línea de a dos.

La entidad más pequeña en el trabajo de Orden Público son los binomios, unidad elemental para esta tarea. Y por eso las unidades se organizan siempre bajo números pares. Estos binomios de policías deben estar fuertemente cohesionados. Pues dependen mutuamente de su seguridad. Uno portará el escudo que protege a ambos y el segundo policía tendrá el rol de agente de apoyo y proyección de la fuerza.

Es importante desde el principio proyectar autoridad a través de la uniformidad, equipo y actitud. Así se genera mediante lenguaje no verbal, la percepción de tener bajo control la escena. Igualmente, se escala en esta percepción que queremos transmitir con mensajes escénicos como extraer las defensas de las fundas o ponerse los cascos antidisturbios. Comportamientos que afianzan las advertencias que se estén transmitiendo a la masa en ese momento.

Existen diferentes disposiciones tácticas para fijar las líneas, y se elegirá cada uno de ellos dependiendo de lo que requiera en cada momento la situación y desarrollo de la actuación. Desde la que más protección aporta; como la conocida por «formación tortuga», y que se ha podido ver en la película Athenea. A la más común en España que es la formación en línea.

La formación el línea se organiza en tres filas, con la primera línea al frente y llamada «de contención», la segunda línea inmediatamente detrás de la primera en funciones de soporte. Y la tercera será la línea encargada de la seguridad de las dos primeras, junto a tareas de vigilancia y logísticas.

El trabajo mental de un policía antidisturbios es de vital importancia. Ya que debe mantener la calma, serenidad y prudencia frente al caos. Afianzar esta actitud se logra en los entrenamientos, pero solo después de un cribado entre los aspirantes. Igualmente, hay que trabajar en la cohesión de los equipos y la solidaridad mutua. Que serán de vital importancia en las largas horas que pasan juntos y los peligros a los que se enfrentan, donde es el grupo el que hace fuerte al individuo.

Equipamiento antidisturbios para orden público

 

La siguiente lista enumera el material imprescindible que necesita cualquier policía que pretenda trabajar frente a aglomeraciones, disturbios y otras situaciones que engloban el Orden Público.

Protección ignífuga: Empezamos por la protección más próxima al cuerpo, el mono y verdugo (pasamontañas) con protección contra el fuego. Necesario ante la posibilidad de recibir el lanzamiento de cócteles molotov o objetos incendiados como contenedores de basura.

 

Protección anti-trauma y corporal de antidisturbios: Si decíamos en el anterior punto, que existe la posibilidad de recibir lanzamiento de cócteles molotov. Ser objetivo de objetos lanzados debe darse por asegurado frente a una masa de gente alterada. Existen trajes antidisturbios que protegen todas las partes del cuerpo, pero si no hay posibilidad de incorporarlo al equipo, hay que valorar al menos equiparse con rodilleras-espinilleras que protegen la parte que queda descubierta bajo el escudo.

 

Casco antidisturbios: El imprescindible del policía actual, que no debería salir a la calle sin llevarlo en el maletero de su coche oficial. Cabeza y rostro protegidos ante agresiones y lanzamiento de objetos.

 

Guantes antidisturbios: La segunda parte del cuerpo que está más expuesta a lesiones son las manos de un policía antidisturbios. Por ello deben se protegidas con guantes bien reforzados específicos para estos operativos.

 

Máscara antigás: Tanto si es la policía la que utiliza medios químicos para dispersar, como si son los alborotadores lanzando agentes químicos o actuaciones cerca de un fuego. El policía debe estar protegido contra humos y gases químicos.

 

Escudo antidisturbios: El segundo imprescindible de todo policía que quiera realizar sus intervenciones con la mejor protección. Existen de diferentes tamaños y formas; su elección dependerá de las técnicas antidisturbios que han sido entrenadas. Aunque los mejores escudos antidisturbios son los que mantienen un equilibro entre máxima cobertura con una aceptable manejabilidad.

 

Defensas policiales: El medio de proyección de fuerza por excelencia en tareas de Orden Público. Deben ser de mayor longitud que las «normales» y si no has recibido formación de uso, mejor no elegir la tonfa. Aunque es más útil con la formación adecuada.

 

Spray de pimienta: Uno de los medios más eficaces para disolver tumultos que no atienden a las ordenes de la autoridad. También muy poderoso para asegurar perímetros en incursiones para practicar detenciones. Elige el que sea de chorro balístico o los específicos sprays de pimienta antidisturbios.

 

Rifle lanzador de bolas de pimienta: Una solución que aprovecha la potencia de los rifles del calibre .68 y el aire comprimido para lanzar bolas rellenas de pimienta que dispersan su contenido al impactar. Además, permiten utilizar otros tipos de municiones como las de impacto. Muy útil para disolver con precisión quirúrgica.

 

Cámaras corporales policiales: Una tecnología que cada vez están más están incorporando las policías occidentales, como la francesa, en sus unidades antidisturbios. Dentro de su esfuerzo por proteger la integridad de sus policías y la captura de evidencias judiciales.

 

Altavoces de control de masas: Para transmitir información de la autoridad hace falta un medio que la proyecte al máximo de personas congregadas posibles. Los más avanzados cuentan con telemetro y tecnología para transmitir audio de forma nítida a más de doscientos metros de distancia.

 

Botes de humo, gas…: Soluciones excelentes para disolver grandes masas de personas sin exponerse. Pero deben ser empleados como último recurso por los componentes químicos que contienen.

 

Medios de proyección de impacto: Las pelotas de goma de toda la vida o las balas de FOAM que se disparan con los lanzagranadas del calibre 40mm. Medios muy controvertidos pero que no dejan de ser útiles.

 

Cañones de agua sobre camiones: El que es llamado «último recurso» para despejar vías con individuos muy violentos. Estos cañones de agua pueden costar el presupuesto de todo un año de muchas policías pequeñas.

 

El trabajo en Orden Público de la policía es imprescindible para que el caos no se adueñe de una sociedad civilizada. En este artículo hemos hablado de como realizarlo y si te ha gustado, puedes encontrar más artículos sobre el tema en nuestro blog como: Material antidisturbios utilizado por la policía de Estados Unidos o El empleo de la fuerza depende de decisiones humanas.