Hoy os contamos la historia de una de las herramientas policiales imprescindibles en el cinturón de servicio de todos los agentes que patrullan nuestra calles; la defensa extensible, o también llamado bastón extensible. Y es que la historia que llevó a su creación, en Japón, es desconocida por muchos de los que gozan de las ventajas de una de las armas no letales preferidas por muchos policías.
En el siglo X, en el país del sol naciente, surgen unos guerreros que pasarían a la historia por su denominación local; los samuráis. La inestabilidad en aquellos tiempos provoca el surgimiento de estos guerreros que se regirán por unos códigos éticos muy férreos, el bushidō, y dedicados por completo a la lucha. Pasarían a la historia como formidables luchadores y bajo el nombre de Samuráis; palabra que procede del verbo antiguo japonés saburau que significa «servir», por lo que el término derivado saburai se convierte en «aquellos que sirven», ¿a qué nos suenan estas palabras?.
Los samuráis de alto rango tenían prohibido utilizar la espada para combatir con un plebeyo, consideraban un insulto a su honor aprovechar su ventaja con la espada para derrotar a otros oponentes de inferior rango social. Por lo que diseñaron armas y técnicas para evitar el empleo de su espada en este tipo de combates. Una de esas armas surgida en el Japón feudal para este propósito sería el tambō, un arma corta de defensa personal fabricada en madera y que está considerada uno de los abuelos de las bastones policiales actuales. El Aikido o el Jiu-Jitsu aún utilizan el tambō en su catálogo de armas.
Y saltamos al siglo XX, pero sin salir de Japón. Unos años después de la segunda guerra mundial; los policías del país del sol naciente comienzan a recibir formación policial para el empleo del keibô, que era como se llamaba a la versión policial del tambô. Este sería el comienzo del uso de la defensa como un complemento policial polivalente más allá de ser utilizada únicamente para el golpeo.
Pero unas décadas después, en los 60, una comisión de maestros de Artes Marciales Tradicionales, contratada para desarrollar técnicas de inmovilización, crea un método de control y arresto rápido y verdaderamente efectivo para los agentes de policía japoneses, este método recibiría el nombre de Taihô-Jutsu (arte del arresto). Dentro de este desarrollo idearon el tokushu keibô (bastón policial especial), un tubo metálico y telescópico de tres o dos secciones, el padre de la defensa extensible actual.
En el año 1966 publican su metodología de uso, y el tokushu keibô se entrega como parte de su dotación a los policías japoneses destinados a misiones especiales. Aunque el primer diseño generaba múltiples averías, que fueron corrigiéndose posteriormente, hasta finalizar en el bastón policial telescópico que conocemos hoy en día, con la característica particular de ser desplegado con un golpe seco del brazo.
Su introducción completa en occidente llegaría en los 90, cuando sus ventajas le ayudaría a popularizarse en la mayoría de cuerpos policiales americanos y europeos. Y hasta nuestros días; en los que al bastón policial extensible se le ha ido añadiendo nuevas características para potenciar su uso, como por ejemplo, el pulsador de cierre en nuestro modelo DFF22, que simplifica el plegado del mismo. Además se están utilizando nuevos materiales de construcción como el polímero, para ampliar las capacidades de empleo del mismo, o plástico, para formación y entrenamiento.
Si te ha gustado este artículo te interesará también El origen de la pistola no letal Taser®, su historia.
Si necesitas realizar cualquier consulta, estamos disponibles en www.nidec.es, o en el email distribucion@nidec.es . Si prefieres llamarnos, 93 301 67 76 o 678 56 26 26 (whatsapp)
