8 Lecciones policiales que aprender de ataques de “lobos solitarios”

Estos últimos años, los países europeos hemos debido enfrentarnos a un reciente tipo de terrorismo, protagonizado por los llamados “lobos solitarios”,  tanto en su faceta religiosa como política. La Masacre de Utoya (Noruega), la Tragedia de Bataclan (Francia) o el Atentado de Londres, donde perdió la vida heroicamente Ignacio Echeverria, han supuesto nuevos desafíos para las policías europeas y las españolas entre ellas. Aunque antes de la irrupción de DAESH en el terrorismo internacional, los sucesos con múltiples víctimas por individuos no pertenecientes a bandas terroristas ya ocurrían. La estrategia de este grupo yihadista ha multiplicado la percepción de riesgo y posibilidad de que ocurran.

Agentes de policía equipados con preotecciones balísticas junto a ambulancia

En Estados Unidos, este tipo de acciones reciben varias denominaciones, aunque la que más nos está llegando a este lado del charco sea AMOK (literalmente; “atacar y matar con ira ciega”), no es del todo acertado su utilización, porque no tiene en cuenta la preparación previa por parte del sujeto atacante. Por lo que se está derivando a dos denominaciones; AS (active shooter ) o ASI (active shooter incidents ) según el autor y MCI (mass casualty incidents). Esta última sería la más acertada para el caso europeo, en donde nos estamos enfrentando a situaciones con múltiples víctimas con armas no necesariamente de fuego, como pueden ser lobos solitarios con armas blancas o vehículos pesados a motor, como ocurrió en las Ramblas de Barcelona.

De los diferentes análisis que se vienen realizando sobre estos sucesos con múltiples víctimas provocados por “lobos solitarios”, podemos extraer algunas lecciones que hemos resumido en 8.

 

  • 1 El mal existe:

 

Esto no sorprende a cualquier policía que trabaja en la calle. Él ve el mal casi todos los días detrás del violador, el camello o el carterista, entre otros. Pero la sociedad no percibe generalmente ese “mal que ejerce a diario”. Cuando ataques como los de los lobos solitarios asaltan los titulares en la prensa, la confusión se apodera de la sociedad y el miedo surge en las conversaciones diarias. Pero el policía es consciente de que su fortaleza es lo más importante cuando actúa en incidentes fuera lo común y por ello debe estar preparado mentalmente, físicamente y emocionalmente.

 

  •  2 Entrenar para “Incidentes con múltiples víctimas” vale la pena.

 

El equipamiento policial es una gran ventaja en este tipo de situaciones, pero lo que realmente marca la diferencia es el entrenamiento específico que reciben los policías, sean patrulleros o equipos de respuesta rápida. Deben saber usar las herramientas de que disponen, como pueden ser los escudos balísticos. Actuar en simulacros de situaciones complejas y conocer la importancia de su preparación y herramientas es primordial.

 

  • 3 Entrenar nociones importantes de medicina táctica de emergencias.

 

Los botiquines de primeros auxilios (IFAK) comienzan a verse con más normalidad entre el primer equipo de muchos policías. El conocimiento de su uso, incluyendo la capacidad de detener una hemorragia propia con su torniquete táctico, es fundamental. Este punto incluye cómo y cuándo evacuar a una víctima, además de ser consciente de la importancia de que sin seguridad en la zona no hay posibilidad de atención médica.

 

  • 4 La integración de los diferentes equipos de emergencias es fundamental.

 

Ya no sólo los policías deben estar preparados para actuar en atentados terroristas, los sanitarios de emergencias y los bomberos necesitan conocimientos de intervención en sucesos con tirador activo. Esto les permitirá conocer formas de actuación que no pongan en riesgo vidas (propias o de terceros) ni el trabajo del resto de equipos actuantes. Entrenar conjuntamente protocolos de actuación en diversos incidentes les permitirán que aunque sea difrente el color de sus uniformes a la hora de intervenir, los diversos equipos se fusionen en uno.

Equipos de emergencia evacuan a vicitima de ataque terrorista

  • 5 Los ataques complejos o coordinados son una gran amenaza.

 

La noche del 13 de Noviembre de 2015, París visitó el infierno en forma de varios atentados simultáneos que finalizaron con la masacre de Bataclan y la posterior toma de rehenes. Varios tiradores o explosiones coordinadas en la misma localidad pueden colapsar los servicios de emergencias de la misma. El obligado trabajar en simulaciones que tengan en cuentan diversas localizaciones simultáneas.

 

  • 6 Los civiles pueden ser un multiplicador de fuerza.

 

Concienciar a la sociedad de cómo actuar ante situaciones que generan pánico, puede marcar la diferencia entre convertirse en lastre o ser aliada en una operación de enfrentamiento con terroristas. Cómo indicó el Teniente Coronel de la Guardia Civil, Francisco José Vázquez, «El monopolio de la seguridad no es sólo ya de las fuerzas de seguridad, los ciudadanos tienen que contribuir de forma intensa y decida».

 

  • 7 La policía debe enfocarse sobre todos los peligros.

 

Las nuevas estrategias terroristas se basan en la improvisación y oportunidad, si no tienen armas usan un camión o un cuchillo de cocina. Golpean donde pueden y no necesariamente donde quieren. Sus objetivos pueden ser desde una patrulla de barrio hasta el Louvre. Por ello, y ante la imposibilidad de poder predecir cómo y dónde serán los ataques, los Cuerpos de Policía requieren procedimientos sencillos y resilentes que se basen en unas comunicaciones seguras, agentes bien formados y equipados, mandos capaces de ser líderes eficaces y cuerpos policiales habituados a trabajar juntos a otros equipos policiales y de emergencias.

 

  • 8 El policía como modelo a seguir.

 

Cuando el pánico se apodera a la gente, la policía debe convertirse en referente social desde su posición de escudo contra el mal que genera éste pánico. No debe aprovecharse para usar ese miedo en su beneficio, bien sea promoviendo leyes más restrictivas o aumentando cierta vigilancia que coarte libertades. No existe la seguridad absoluta, por lo que deben ser el referente social que logre prevalecer los valores democráticos, justamente los que intentan destruir los terroristas. Un pueblo temeroso necesita un modelo a seguir fuerte y valiente en sus momento de oscuridad. Es el protagonismo que deben tener las policías.

 

Aprender del pasado nos da herramientas para combatir en el futuro, porque igual que el mal no descansa, el bien tampoco duerme.

 

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