Lo imprescindible en una cámara personal policial

¿Que necesita la mejor cámara personal policial?. La tecnología policial que más rápido está evolucionando es la que se aplica a las cámaras policiales, también llamadas cámaras corporales. Porque su software y hardware, al ir de la mano de las cámaras civiles, se aprovecha de la continua evolución de estas últimas. Y es que ya todas las personas contamos con dispositivos de grabación de poco tamaño y excelente calidad de imagen. Ya es hora que la policía aproveche esta ola tecnológica en su propio beneficio y por extensión la sociedad a la que sirve.

La mejor camara policial

Pero antes de elegir cualquier cámara policial, es necesario tener varios aspectos en cuenta, para que la decisión de adquisición sea la más adecuada teniendo presente la función que deberá desarrollar y el periodo de vida útil total que estará en servicio el dispositivo.

En este artículo os contamos los puntos clave que hay que tener en cuenta al elegir el sistema de grabación individual. Que será los ojos y oídos de todo aquel que requiera saber que ocurrió donde se produjo la acción.

 

    -Manejo sencillo: La simplicidad es fundamental para evitar las distracciones que puedan generar una confusa manipulación del elemento de grabación. Son necesarios pocos botones y grandes, que puedan ser manipulados con guantes de todo tipo, sean anticorte, de frío o con protecciones. Además, estos botones deberán estar en posiciones muy accesibles y a la mano.

 

-Ángulo de visión: Debe contar con un excelente campo de visión, que registre la máxima amplitud de escenario sin llegar a deformar la imagen, como ocurre con los llamados objetivos “ojo de pez”, que aunque registran el mayor campo de visión técnicamente posible, extraen una imágenes distorsionadas. La cámara policial captará más allá que el ojo del policía.

 

-Autonomía: Aunque lo recomendable es que su batería dure más de 8 horas, nosotros consideramos que lo ideal es una duración mayor de 12 horas. Y es que en algunas especialidades y circunstancias de sevicio, se sabe cuando empieza la jornada pero no cuando se termina, y debemos tenerlo en consideración. Descartaremos aquellas que requieran cambio de batería durante la jornada del agente.

 

-Portabilidad: Llevarla sin notar que se lleva, sería la descripción ideal de la cámara corporal del policía. No debe tener un peso ni tamaño excesivo e irá acompañada de soluciones para fijarla al uniforme en lugares óptimos, como hombros y pecho.

 

-Gestión de las grabaciones: Si su función será servir pruebas documentales en atestados e informes judiciales, es requisito indispensable que las grabaciones no puedan ser modificadas ni tratadas de manera que puedan generar conjeturas sobre su posible manipulación. Idóneamente las grabaciones serán encriptadas, descargadas y alojadas en servidores específicos para tal fin, y con las máximas garantías de seguridad.

 

-Grabación en todas condiciones de luz: Es sabido que gran parte de la actuaciones se realizan con malas condiciones de luz, y esta circunstancia no debe ser impedimento para grabar todo lo que acontece, por lo que el sensor de la cámara policial deberá ser capaz de intensificar la luz cuando esta sea escasa.

 

-Pre-evento: O capacidad de grabar los instantes anteriores a la activación de la grabación. Se ha comprobado que detalles anteriores al momento donde el agente considera que debe empezar a grabar, pueden explicar lo que provoca dicha situación, por lo que el análisis situacional posterior revela detalles fundamentales. La capacidad de que la cámara registre segundos o minutos antes de ser activada es un plus fundamental.

Tipo de camara corporal policial

-Conexión inalámbrica: La tecnología nos ha permitido prescindir de los cables para la comunicación en red. En este caso, y mediante Bluetooth o Wifi, la cámara puede estar conectada con la central para enviar imágenes o con la pistola Taser para activarse. Incluso algunas se activan remotamente cuando la puerta del coche patrulla se abre o recibe señales de otros sistemas de la red para activarse, como en la situaciones donde se encuentre más de un agente actuando en la escena.

En el futuro próximo la sociedad verá como una garantia que los agentes que le protegen dispongan de componente que auditen sus actuaciones y brinden la confianza de saber que nada se esconde.